Dave Kopel
National Review Online, 20 de Abril, 2004
La Segunda Enmienda se aplica a los individuos dueños de armas.
Mientras la Corte Suprema considera si la constitución de los Estados Unidos protege a los prisioneros mantenidos en la bahía de Guantánamo -- hoy atenderá discusiones orales en el caso -- el problema central radica en el significado de un caso que implica a combatientes ilegales de la Segunda Guerra Mundial: Johnson v. Eisentrager.
Nadie sabe si el caso Eisentrager va a ser interpretado ampliamente como para que el gobierno gane el caso de Guantánamo. Pero cuanto más la Corte Suprema estudie Eisentrager, mejor será para las libertades civiles de los ciudadanos americanos - porque Eisentrager claramente muestra que la Segunda Enmienda protege un derecho individual.
En mayo de 1945, Alemania se entregó a los aliados. Igualmente algunos soldados alemanes en China continuaron luchando junto al ejército japonés, hasta que Japón se entregó. El ejército americano capturó a los soldados alemanes, y los juzgo por una corte marcial en China como criminales de guerra. Como el gobierno nacional alemán se había entregado, los alemanes que continuaron luchando estaban violando las leyes de guerra.
Los alemanes objetaron que sus cortes marciales violaban sus derechos de "procesos-correctos" de la Quinta Enmienda. Sus abogados precisaron que, por sus términos, la Quinta Enmienda no está limitada a los ciudadanos americanos. La enmienda dice que no se juzgara a "ninguna persona" por un crimen a menos que primero sea procesado por un Gran Jurado; "[ni] se privará a nadie...del derecho a la vida, libertad, o propiedad, sin el proceso legal debido."
Después de que la Corte Suprema tratara el caso, la opinión mayoritaria de Justice Robert Jackson sostuvo que los alemanes no tenían ninguno de los derechos de la Quinta Enmienda. Proveer derechos de la Quinta Enmienda para combatientes ilegales conduciría a resultados absurdos, explico Justice Jackson.
Primero, un requisito del Gran Jurado para la Quinta Enmienda tiene una excepción expresa para los "casos que se presentan en la tierra o las fuerzas navales, o en la milicia, cuando en servicio real, en tiempos de guerra o de peligro público." En otras palabras, un soldado o un militar activo, puede ser juzgado en tribunal de guerra, aunque no haya sido procesado por un Gran Jurado. Si los alemanes hubiesen podido invocar la Quinta Enmienda, entonces, estarían gozando de derechos que los mismos americanos en servicio militar no gozan.
Mas aun, escribió Justice Jackson, si los alemanes pudieran invocar la Quinta Enmienda, también podrían del mismo modo invocar la Segunda Enmienda y el resto del "Bill of Rights" (garantías constitucionales). Esto conduciría al ridículo resultado de que los soldados americanos -- acatando la Segunda Enmienda -- estuvieran vedados a desarmar al enemigo:
Si la Quinta Enmienda confiere sus derechos a todo el mundo excepto a los americanos velando por defenderla, lo mismo debe ser cierto para las demás enmiendas de los derechos civiles, ya que ninguna esta limitada por sus términos expresos, territorialmente o en cuanto a las personas. Tal construcción significaría que durante una ocupación militar, elementos enemigos irreconciliables, guerrilleros, y "hombres lobos" podrían demandar la judicatura americana para asegurarse las libertades de expresión, prensa, y asamblea como en la Primera Enmienda, el derecho de portar armas como en la Segunda, seguridad contra búsquedas "sin razón" y aprehensiones como en la Cuarta, como también derechos a ser juzgados por jurado como en la Quinta y Sexta Enmienda.
El lobby para la prohibición de armas argumenta hace tiempo que los "derechos de la gente" de la Segunda Enmienda protegen solamente el poder de los gobiernos estatales Americanos de tener milicias. Este argumento no es congruente con la opinión de la corte en el caso Eisentrager. Los "elementos enemigos irreconciliables, guerrilleros, y los "hombres lobos " en la milicia hipotética de Justice Jackson no son obviamente gobiernos de los estados Americanos. Son individuos, y como individuos tendrían los derechos de la Segunda Enmienda, si se aplica la Segunda Enmienda a los no americanos.
Tampoco son miembros los caracteres hipotéticos de la milicia de Justice Jackson. Una milicia es una fuerza organizada bajo el control del gobierno; en cambio, los "guerrilleros" o los "hombres lobos" son individuos o grupos pequeños que funcionan en áreas más allá del alcance de los gobiernos amistosos.
La distinción legal entre la milicia y las guerrillas era bien conocida durante la Segunda Guerra Mundial. Como Stephen Halbrook detalla en su libro "Target Switzerland" ("Apunten a Suiza"), los suizos hicieron extensos planes para sus fuerzas militares- que consistían en casi la totalidad de su población adulta sana masculina - para resistir una invasión alemana hasta el ultimo hombre. Pero también, el gobierno suizo advirtió a sus ciudadanos de que no se implicaran en guerrillas en sus ciudades; las milicias luchando contra los alemanes tendrían el deber de proteger el cumplimiento de las reglas de guerra y las convenciones internacionales, no las guerrillas.
Habiendo servido como juez en los juicios de Nuremburg, Justice Jackson probablemente estaba familiarizado con las distinciones de las leyes internacionales de la guerra entre las guerrillas y la de soldados/milicias.
Johnson v. Eistentrager fue, a pesar de sus circunstancias inusuales, un caso típico de la Corte Suprema para la Segunda Enmienda. Mientras que la corte ha publicado pocas opiniones sobre la Segunda Enmienda en detalle, ha escrito muchas opiniones en las cuales la Segunda Enmienda se menciona brevemente, con el objetivo de hacer un punto sobre otra cosa. Y en estas menciones, la Segunda Enmienda esta abrumadoramente considerada un derecho conferido a los individuos, no a las milicias de estado.
- Dave Kopel es co-autor de Supreme Court Gun Cases. (Casos de armas de la Corte Suprema.)
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