Por David B. Kopel
Publicado originalmente en "The Volokh Conspiracy", 12 de Septiembre, 2006
Translated by: Ines Fernandez Avendano
Hoy, la Asamblea General de las Naciones Unidas se reúne en su sesión numero 61. Desafortunadamente, la legitimidad de la Asamblea General, y de las propias Naciones Unidas, esta dañada por la exclusión de la membresía de la libre, democrática e independiente nación de Taiwán -- en contravención con la Carta de Las Naciones Unidas.
Plantear el problema de la exclusión de Taiwán, puede parecer en vano, ya que China esta resuelta a que Taiwán nunca sea admitido a las Naciones Unidas. Pero aunque un gran poder puede persistir durante décadas tratando de bloquear la admisión a la ONU de un estado independiente, con el tiempo, las circunstancias diplomáticas y prioridades pueden cambiar-- como fue demostrado, por ejemplo, con la concesión del asiento de China al régimen de Mao en 1971 (luego de décadas de oposición por parte de los Estados Unidos). En todo caso, es importante que el publico y la comunidad diplomática reconozcan la ilegitimidad de la negación a Taiwán de estar representado en la ONU.
La Carta de las Naciones Unidas, articulo 4, dice "Podrán ser Miembros de las Naciones Unidas todos los demás Estados amantes de la paz que acepten las obligaciones consignadas en esta Carta, y que, a juicio de la Organización, estén capacitados para cumplir dichas obligaciones y se hallen dispuestos a hacerlo." Taiwán es indiscutiblemente un estado "amante de la paz"-- en contraste con China, quien no solamente amenaza contra Taiwán, sino que también proporciona armas y financia guerrilleros, dictadores, y genocidas alrededor del mundo, incluyendo en Sudan.
Puesto que Taiwán es "amante de la paz," tiene el derecho a ser miembro de la ONU, ya que, de acuerdo con La Carta de las Naciones Unidas, mientras Taiwán constituya un "estado" capaz de llevar a cabo las varias obligaciones de la ONU, tiene el derecho a ser miembro. Taiwán es plenamente dicho estado.
Taiwán es autónomo. Incluso, el gobierno de Taiwán ejerce su soberanía de una forma mucho mas completa de lo que ha sido ejercida por algunos miembros de la ONU-- como el Líbano durante el periodo de colonización por Siria, o las naciones del Pacto de Varsovia durante el periodo de hegemonía Soviético.
Taiwán abarca un territorio bien definido, que consiste en la isla de Taiwán, mas algunas docenas de islas mas pequeñas en el estrecho de Taiwán, siendo las islas Pescadores las mas importantes. En cambio, algunos estados miembros de la ONU (como India y Pakistán) tienen fronteras en disputa.
El gobierno de Taiwán es soberano sobre el total de su territorio. Nuevamente, algunos de los estados miembros de la ONU no ejercen soberanía completa sobre sus territorios nominales; por ejemplo, Pakistán tiene control limitado sobre la provincia noroeste y las tierras tribales administradas federalmente. Similarmente, el gobierno del Líbano esta lejos de ser completamente soberano en el sur del Líbano.
Además, la población de Taiwán, de mas de 23 millones, es mayor que la población de la mayoría de los estados miembros de la ONU. Taiwán ha desarrollado una forma republicana de gobierno, y ha alcanzado un muy buen desempeño en derechos humanos-- poniendo a Taiwán en una posición mas elevada que lo que han logrado algunos estados miembros de la ONU, y mas cerca de la conformidad completa con los ideales fundadores de las Naciones Unidas, así como también de los varios tratados y declaraciones de derechos humanos de la ONU.
Como explica la Declaración de Independencia, la autonomía es el fundamento de una soberanía legitima; por consiguiente, el actual gobierno democráticamente electo de Taiwán ejerce una soberanía legitima la cual no es compartida por la dictadura en China ni por las docenas de otras dictaduras que tienen delegaciones en la ONU. Taiwán claramente satisface los cuatro criterios del "Estado como Persona de Derecho Internacional" según lo articulado en el Articulo 1 de la Convención de Montevideo de 1933: "(a) población permanente; (b) un territorio determinado; (c) gobierno; y (d) capacidad de entrar en relaciones con los demás estados." Aunque China convenciera a cada país en el mundo de que terminaran con el reconocimiento diplomático formal de Taiwán, Taiwán legalmente seguiría siendo un estado independiente; como lo declara el articulo 3 de la Convención de Montevideo: "La existencia política del Estado es independiente de su reconocimiento por los demás estados."
En 1971, la ONU dio el asiento de China a la dinastía Mao Zedong, asiento previamente mantenido por la dictadura Chiang Kai-shek. La decisión de la ONU fue razonable: el régimen Chiang había perdido la Guerra civil China en 1949, y aunque el régimen aun hacia un reclamo nominal de regir sobre China, ya estaba claro en 1971 que durante los últimos 22 años, el soberano de China había sido Mao, no Chiang, y no había posibilidad de que esa situación cambiara. La Resolución 2758 solamente trató la cuestión de decidir cual régimen estaba en derecho de tener el asiento de "China", y no propuso resolver nada en cuanto a la independencia de Taiwán.
Desde 1949 la dinastía Mao de China ha declarado soberanía sobre Taiwán, pero de hecho, nunca ha ejercido ni un poco de autoridad. Cincuenta y siete años de independencia real es mas que suficiente para que Taiwán merezca el reconocimiento como un estado independiente.
En términos del derecho de admisión a las Naciones Unidas, lo único que importa ahora es el estatus del Taiwán actual como un estado independiente y amante de la paz. Incluso siendo Taiwán parte de China por 3,500 años, los últimos 57 años de independencia le dan el derecho a Taiwán de ser miembro de las Naciones Unidas. Sin embargo, hay que notar que los registros históricos y la legislación internacional apoyan mas a la independencia de Taiwán que a la declaración de soberanía de China sobre Taiwán.
La historia del gobierno Chino es muy antigua, y data hasta la dinastía Shang de mediados del segundo milenio A.C.. Durante los siguientes siglos muchas dinastías Chinas se elevaron y cayeron-- pero no antes de tres mil años después, hubo un gobierno en el continente Asiático que declarara regir ni siquiera una porción de la isla de Taiwán. (Sin embargo, las islas Quemoy, que están muy cerca de la costa China, y que actualmente están gobernadas por el gobierno de Taipei, fueron históricamente parte de China.) En 1683, el gobierno de China estableció cierto control sobre Taiwán occidental, y este control se extendió durante dos siglos. Durante casi todo este periodo , los Chinos negaron de forma explicita su soberanía sobre el Este de Taiwán. Una de las razones de su negación era el evitar la responsabilidad de los piratas que operaban desde los puertos estenios; y la incapacidad del gobierno de China de suprimir a estos piratas indica que China estaba en lo cierto al no declarar que ejercía soberanía sobre el Este.
Solamente por 17 años (algunos historiadores dicen 8 años) a finales del siglo 19, China realmente declaro soberanía sobre todo Taiwán. Este es un periodo trivialmente corto en relación a la historia entre Taiwán y China.
Notablemente, China renuncio a toda demanda de soberanía sobre Taiwán, en el Tratado de Shimonoseki de 1895, y Taiwán fue cedido a Japón. Japón rigió sobre la isla entera de Taiwán desde 1895 hasta 1945 -- esto es, un periodo tres veces mayor que lo que China rigió sobre la isla entera. Desde el siglo dieciséis, Japón había declarado soberanía sobre Taiwán oriental. Entonces, la demanda de Japón de soberanía sobre un lado de la isla es actualmente dos siglos mas larga y mas antigua que la demanda de soberanía de China sobre el otro lado de la isla de Taiwán. Actualmente, ni se nos ocurriría decir que el historial de Japón de soberanía sobre Taiwán le da derecho a Japón de regir sobre Taiwán en contra de su voluntad; con mayor razón, el menor registro de soberanía China no le da a China el derecho de regir sobre Taiwán contra su voluntad.
En el Tratado de Paz de San Francisco de 1951, que formalmente termino con la Segunda Guerra Mundial, y en el Tratado de Taipei de 1952 (entre Japón y Taiwán), Japón renuncio a toda derecho sobre Taiwán. Significativamente, ninguno de los dos tratados indicaba que Taiwán era ahora parte de China.
En la no firmada Declaración del Cairo de 1943, Roosevelt, Churchill, y Chiang declararon que "Manchuria, Formosa [Taiwán en Japonés], y las islas Pescadores, serian restituidas a la Republica de China." Aunque es dudoso que el Cairo haya creado una legislación internacional categórica, el efecto literal del lenguaje es coherente con la existencia independiente de Taiwán, como la "Republica de China," e incoherente con que Taiwán sea incluido dentro de la "Republica Popular de China"; Definitivamente la tiranía comunista que Mao anhelaba establecer, no era un beneficiario previsto de la Declaración del Cairo. Por el contrario, el propósito de los partidos de la Declaración del Cairo seria interpretar cada palabra en contra de un régimen de Mao y sus sucesores. La Declaración del Cairo también es citada en la Declaración de Potsdam.
El hecho de que China persista en reclamar soberanía sobre Taiwán, y a veces amenace militarmente, no puede ser considerada una razón apropiada para negarle a Taiwán la membresía a las Naciones Unidas. Después de todo, Corea del Norte y Corea del Sur fueron ambas admitidas a la ONU, aunque la tiranía de Corea del Norte reclama soberanía sobre Corea del Sur, y legalmente continua en un estado de guerra con Corea del Sur. (La guerra Coreana fue terminada con un armisticio, que fue ejecutado con la expectativa de que mas adelante se negociaría un tratado de paz, pero todavía no ha habido dicho tratado.)
Durante una visita a China en 1998, el Presidente Clinton dijo que se oponía a admitir a Taiwán a las Naciones Unidas. La Cámara de Representantes de los Estados Unidos prontamente lo refutó, votando 390 a 1 por una Resolución (H. Con. Res. 301) por la cual el Congreso "afirma su fuerte apoyo, en acuerdo con el espíritu del Acto de Relaciones de Taiwán, de la membresía apropiada de Taiwán a instituciones financieras internacionales y otras organizaciones internacionales."
En lugar de congeniarse con la dictadura China, todos las naciones y personas amantes de la libertad deberían expresarse en apoyo al derecho de Taiwán de auto-determinación y membresía a las Naciones Unidas.
Otras lecturas: Parris Chang & Kok-ui Lim, "Taiwan's Case for United Nations Membership," UCLA Journal of International Law and Foreign Affairs(1997).
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